En la jornada 4 nos tocaba jugar contra los vecinos al otro lado del Garraf. En principio el partido estaba marcado como un enfrentamiento asequible considerando que jugábamos en casa y las buenas sensaciones de los partidos contra Sant Boi y Sant Cugat, a pesar de las derrotas. Pero como suele ser el destino, por lo menos el nuestro, a menudo encontramos la fórmula para complicarnos la vida. Entre el efecto “vuelta de la Selección”, alguna lesión, la necesidad de ayudar al Cadete, y las ausencias por compromisos familiares y varios (a destacar uno que prefirió pegarse un fin de semana con los/las colegas en el Pirineo antes de luchar con sus compañeros), sabíamos que no sería un partido plácido. A todo esto, hay que sumarle una semana extremadamente irregular de entrenos, como se ha mencionado una y otra vez… se juega como se entrena.
Llega el sábado de partido. Sol radiante (nada comparado al frio de las semanas anteriores) y el plantel disponible llega al campo con la mirada que nos gusta a los entrenadores, si teníamos algo claro antes del partido es que el equipo lo iba a dar todo! Buen calentamiento y a trabajar. Arrancan Nico Italia, Iván, Pedro, Arnau, Imanol, Dan, Llorenç, Fede (C), Ajani, Lucien, Dani, David, Lucas, George y Sergi. Resulta que a alguien se le olvidó decirle al CRUC todo esto de partido asequible, etc. Entre la presión visitante, siempre al límite, y los constantes errores nuestros, tanto físicos como tácticos, nos vemos abajo en el marcador 0-5 después de 15 minutos. Lo curioso es que tampoco parece que estemos jugando tan mal! Ya agotando la primera parte conseguimos empatar el partido y nos vamos al descanso empatados 5-5.
Cambio táctico en la segunda parte, Lucas se pone de medio melé, Dani de centro y Massimo entra por Ajani. El partido sigue tan reñido como en la primera parte, los del CRUC siguen a tope y nosotros seguimos equivocándonos. Lo único que teníamos claro desde el privilegio de la banda es que no íbamos a dar el partido por perdido. Marca del Capi en el banderín a falta de 2 minutos del final y nos adelantamos 10-5. Objetivo mínimo cumplido, o eso pensábamos, 2 (o 5) minutos finales de infarto debido a malas decisiones que acaban definiendo un partido épico, no por el juego de los 2 equipos, sino por el sacrificio y entrega de ambos. Al final aguantamos el resultado, 10-5 y nos llevamos la victoria.
Llevándonos la victoria se nos queda un sabor de boca agridulce. Agrio por la falta de paciencia y constantes errores que un poco más y nos cuesta el triunfo; pero inmensamente orgullosos del esfuerzo y compromiso demostrado para luchar el partido hasta el silbato final y llevarnos la victoria, se ha visto el orgullo y compromiso que lleváis dentro. Lo que se habló en el coro post-partido se queda allí para que todos reflexionemos. Ahora a arreglar los problemas lunes, martes y jueves.
Por último, quiero aprovechar este post para agradecer al equipo de delegados y padres colaboradores por vuestro compromiso y dedicación antes, durante y después del partido; solo decir “gracias”.
David C.