Viaje a Valencia para enfrentar a Les Abelles, en un fin de semana marcado por la alerta en la comunidad valenciana debido a fuertes vientos.
El autocar cobija al equipo y viaja a velocidad crucero balanceado por el viento, zarandeado por momentos. El viaje es tranquilo para lo que es habitual, relax generalizado que nunca sabes cómo interpretar a priori (¿confianza o displicencia?), y que a posteriori suele acomodarse como argumento al resultado obtenido.
Lo cierto es que el equipo, salvaguardado del viento dentro del autocar, sufrió sobre el césped un castigo similar; estuvo a merced del rival, jugando a velocidad de crucero, sin importar zona del campo ni situación de juego, sin valorar si se defendía o se atacaba. Les Abelles eran como el viento, protagonistas de todo lo bueno y lo malo, y hacían ir el partido dónde y cuando querían.
No tuvo ninguna otra historia el partido, un equipo local superior y otro que no tuvo su día y que jugó su peor partido de la temporada si valoramos la progresión que había alcanzado el equipo.
El resultado ha supuesto la derrota más abultada desde la tercera jornada de liga, lo cual lo dice todo.
La vuelta también fue tranquila, un epílogo significativo.
Un día vivido sin pasión, como zombies.Black day.
Los errores los corregiremos entre semana, entre todos, y superaremos este bache para salir reforzados y seguir progresando.
Si queremos.